Nuestras empresas fabrican productos en función de la demanda del cliente, las previsiones comerciales y la capacidad de producción. Una vez que se hacen los bienes, deben distribuirse en diferentes ubicaciones, almacenarse en almacenes y mantenerse en puntos de venta antes de que se les diga. Durante este tiempo, es esencial proteger los productos de daños y aumentar su longevidad. Es por eso que el embalaje del producto juega un papel importante, ya que protege los productos terminados de daños, arañazos e incluso mejora el valor de la marca de productos caros.